El hotel Safi de Monterrey enfrenta fuertes críticas por impedir la entrada a una joven invidente acompañada de su perro guía, a pesar de que la ley mexicana establece que los perros de asistencia deben ser admitidos en lugares públicos y privados.
La discriminación hacia las personas con discapacidad continúa siendo una problemática en México, como lo evidencia un reciente incidente en Monterrey. Una joven invidente, identificada como Sari, denunció públicamente que el hotel Safi, ubicado en el centro de la ciudad, le negó la entrada con su perro guía mientras intentaba asistir a la posada de su trabajo, organizada en uno de los salones del establecimiento. El incidente se volvió viral en redes sociales, generando indignación y abriendo un debate sobre la falta de sensibilización y capacitación del personal en cuanto a los derechos de las personas con discapacidad.
Según la joven, cuando intentó acceder con su perro guía, el personal del hotel le informó que no se permitían mascotas, a pesar de que su perro guía está cubierto por la Ley General de Protección al Consumidor, que garantiza el acceso de perros de asistencia en cualquier lugar público o privado. Sari trató de explicar que su perro no era una mascota, sino un perro guía que la asistía debido a su discapacidad visual, pero el personal no aceptó sus explicaciones. En lugar de ser atendida con comprensión, le negaron la entrada y le sugirieron que dejara a su perro en resguardo mientras ella asistía al evento, una propuesta que la joven calificó como inaceptable y discriminatoria.
Durante más de 30 minutos de espera, la joven intentó resolver la situación y mencionó que llamaría a la policía para interponer una denuncia. Fue solo entonces cuando el hotel permitió su acceso, pero de una manera humillante, condicionando la entrada y diciéndole que era solo “por esta vez”, como si le estuvieran haciendo un favor. En su publicación en redes sociales, Sari dejó claro que este trato no solo fue discriminatorio, sino que contravino la ley, aludiendo directamente al artículo 58 de la Ley General de Protección al Consumidor, que especifica que los perros guía deben tener acceso sin restricciones a cualquier tipo de establecimiento público o privado.
Además, la joven exigió una disculpa formal por el trato recibido y aprovechó la oportunidad para pedir que se tomen medidas para que este tipo de situaciones no se repitan, exhortando a las autoridades a actuar. En su publicación, pidió que el hotel capacite adecuadamente a su personal sobre los derechos de las personas con discapacidad, ya que, según ella, este incidente no debería ser una experiencia aislada, sino una oportunidad para crear conciencia y prevenir futuras discriminaciones.
El caso, que rápidamente se difundió a través de redes sociales, generó una oleada de apoyo por parte de usuarios que condenaron la actitud del hotel y abogaron por la capacitación de empresas y empleados en temas de accesibilidad y derechos humanos. Además, medios locales informaron que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se presentó en el hotel para investigar el caso, aunque hasta el momento no se ha confirmado si el establecimiento enfrentará algún tipo de sanción.
Este incidente pone de manifiesto la urgente necesidad de sensibilizar a la sociedad sobre la inclusión de personas con discapacidad y garantizar que los espacios públicos y privados cumplan con las normativas legales que protegen los derechos de este grupo. En particular, resalta la importancia de respetar la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, que prohíbe la discriminación y garantiza el acceso a perros guía en todos los ámbitos, sin restricciones.